"Gracias, gracias, por estar hoy aquí, por haber venido. Gracias a los que están adentro y muchas gracias a los que están afuera, a los 30 mil me dicen que hay afuera. Desde acá los saludo, están bajo la lluvia.
Gracias por el gesto de acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud, yo le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes. Y en medio día tenía arreglado todo, así que también quiero agradecer públicamente también al doctor Gasbparri, esto que ha logrado hoy.
Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!
Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después le arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan hacer.
Miren, yo pienso que en este momento esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos.
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DE LIOS, JÓVENES Y LICUADOS... Ecos de un día memorable.
ResponderExcluirMe apuro a escribir, es que éste Papa nos tiene tan acostumbrados a gestos rápidos y profundos, que en la vorágine se nos pueden perder algunas cosas, o las de ayer, u hoy, son superadas por las de mañana. Es, como leS decía a algunos amigos hoy, el caído en desuso ejercicio de “atesorar”…
Dos frases vienen primero a mi mente: allá por febrero cuando el emérito Papa Benedicto presentaba la renuncia, comenzábamos la cuaresma y yo le agregué “con olorcito a Adviento…” por lo nuevo que se venía, apenas una intuición, pero que desbordó en expectativas. Es un tiempo nuevo para la Iglesia, nadie puede dudarlo y como decíamos en la oración del Plan Nacional de Pastoral de Juventud “los tiempos nuevos exigen respuestas nuevas…”
La segunda frase escrita a las pocas horas de la elección de Francisco por el diario El País de España decía: “Un Papa que sonríe, que da las buenas tardes, que hace una broma apenas unos minutos después de recibir sobre sus hombros el peso entero de una Iglesia lastimada, que pide la bendición antes de darla, que es jesuita como tantos otros que consiguieron hacer caminar de la mano la fe y el conocimiento, que vivía en un apartamento en vez de en un palacio cardenalicio y se montaba en el transporte público para ir a confortar a los enfermos y a los pobres, un Papa que hace ocho años pudo serlo y dijo que pase de mí este cáliz, un Papa que viene del nuevo mundo, que tiene cara de buena persona y que elige el sencillo nombre de Francisco es una oportunidad a la esperanza.”
Ciertamente todo lo novedoso para un Papa que encierran las palabras y gestos de Francisco, es capitalizado privilegiadamente por las y los jóvenes, la empatía entre ambos es total. Basta verlo este mediodía en el encuentro en la Catedral de Río. Las similitudes con el querido y recordado Cardenal Pironio son muchas, la que más resalto: Pironio siempre en sus homilías dejaba tres ideas, como una forma de configurarse con la Trinidad. Hoy Francisco dejó a las y los jóvenes de la Argentina 3 ideas, que ojalá calen hondo en la vida y sobre todo en la praxis pastoral de las juventudes de nuestros movimientos e iglesias locales…
A la Pastoral de Juventud le provoca un gran desafío hacia el futuro: discernir juntos los cómo… Francisco nos dijo los qué: “Entonces hagan lío, cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licúen la fe en Jesucristo.”
Una preocupación que denoto en el Papa es no convertir la Iglesia en una ONG, no porque las ONG sean malas (incluso muchos jóvenes cristianos participan o deberían participar en ellas) sino por la dimensión trascendente de nuestras acciones. Nuestro por qué o por quién hacemos lo que hacemos, desde nuestra identidad, desde nuestros valores, desde nuestras convicciones, en síntesis desde una fe madura y comprometida con la sociedad y con la historia.
Estamos a flor de piel con las palabras, las imágenes y los gestos de la JMJ de Río de Janeiro… el desafío comienza el lunes próximo, no poniendo el acento en dónde se realizará la próxima JMJ (que algunos especulan será en el viejo continente por el bicentenario de un santo conocidÍsimo), sino planificando en dónde, cuándo, con quienes y de qué manera las y los jóvenes argentinos comenzarán en cada uno de sus espacios a hacer el lío que se necesita para construir de una vez y para siempre la Civilización del Amor en nuestra querida patria