María trajo como medio litro de un
aceite perfumado de nardo muy fino y muy caro.
Ungió con él los pies del Señor y se
los secó con sus cabellos.
Y toda la casa se llenó con el olor
del perfume.
(Jn 12, 3)
La
Iglesia joven del Continente recorre un camino de revitalización de su acción
pastoral a partir de la experiencia de Jesús en los lugares bíblicos-teológicos
de Belén, Nazaret, Betania, Samaria y Jerusalén. En 2013 el lugar es Betania,
espacio para reconocer con la juventud los signos de bien querer ocurriendo en
la comunidad local. Esta experiencia en la Casa de los Pobres, en hebreo
“Betania”, habla de la opción por los empobrecidos, de la fidelidad a la causa
del Reino, del cuidado de las relaciones: de amistad, de compañerismo, de
discipulado… Cuerpos empobrecidos y
negados, de jóvenes prohibidos de ser y estar en el mundo, son lugares
teológicos de una acción en dirección de la vida en abundancia, teniendo a Betania
como referencia en el seguimiento de Jesús. Ya que estamos delante de una
cultura que cosifica, subyuga y comercializa a las personas y comunidades y
donde se criminaliza a la juventud como culpable por todas las enfermedades de
la sociedad, el seguimiento de Jesús nos apunta para una vuelta al cuerpo
personal-comunitario de personas y grupos, para reconocer en él la dignidad de
la vida, la cultura juvenil y popular en la construcción del Bien Vivir.
Toda la casa se llenó
con el olor del perfume
En
las comunidades de Juan, antes de los relatos de la Pascua-Resurrección de
Jesús, la comunidad cuenta que Jesús estaba con su amigo Lázaro y sus hermanas
Marta y María, comiendo juntos en la mesa, en Betania (Jn 12, 1 – 11). La
comunidad evangélica tiene la preocupación de marcar la relación de cada uno(a)
en el texto, es decir, los movimientos de opresión-liberación, que la trama va
generando. Un relato semejante está descrito en Mateo 26, 6 – 7. No obstante,
para esta comunidad de Mateos sólo era importante informar sobre la presencia
de Lázaro y de una mujer sin nombre. El relato de Juan continua contando sobre
la actitud de María, que comienza a ungir los pies de Jesús y después secó los
pies con el propio cabello. En una referencia poética, la comunidad evangélica
escribe: “Y toda la casa se llenó con el olor del perfume”. La comunidad
concluye el texto presentando un conflicto que seguirá hasta el martirio de
Jesús.
Al
proponer el bien querer, el cuidado, la unción con perfume muy caro que llena
la casa con su olor, hay un quiebre con la cultura patriarcal judía,
estableciendo una relación de cuidado y encuentro de cuerpos. María, en su
actitud de cuidar a Jesús, rompe la barrera cultural entre su cuerpo de
mujer-virgen (es decir, sin marido – el texto no hace referencia a la presencia
de otro hombre a no ser Lázaro), y el cuerpo de aquel hombre. Esta tarea de
ungir los pies era propia de las mujeres casadas, en el cuidado y trato con sus
maridos. Al hacer este movimiento, María se coloca en riesgo. No tenemos otras
informaciones sobre la relación de Jesús y María. El texto sugiere preguntas
para nosotros sobre las relaciones de respeto entre los dos, de cuidado y
amistad que hicieron posible este movimiento de tocar y ser tocado, de ungir y
ser ungido y de perfumar toda la casa, es decir, de envolver toda la comunidad
en aquella relación de amistad y cariño.
Dos grupos
El
texto presenta dos grupos: el primero, representado por la expresión “toda la
casa llena con el olor del perfume”, la comunidad envuelta e involucrada por la
experiencia de cuidado, reconociendo el bien querer como don de vida.
Inmediatamente, otro grupo toma la
palabra: son las personas que no consiguen reconocer que la vida existe para
ser gastada en la fraternidad; ven la acción de la mujer y la apertura de
Jesús, como actitudes marginales. Parece que en la propia comunidad de los(as)
seguidores(as) de Jesús, no hay consenso en el encuentro entre cuerpos ni entre
sentimientos y cuidados, el bien querer expresado en la vida cotidiana. Sin embargo, Jesús
tiene la convicción y valora el cuidado con el cuerpo al defender la acción de
la mujer y eternizar este momento. La gran novedad (la buena noticia) del texto
es el cuidado con el cuerpo, con las relaciones, con la comunidad de
amigos(as), elementos fundamentales para el seguimiento de Jesús.
Pistas hermenéuticas
para vivir Betania
Queremos
proponer a lo largo de este año, en una red de alianzas, algunos movimientos
personales-comunitarios en Betania, a partir de una lectura popular de las
Comunidades Evangélicas, en sintonía con la Misión Continental y el Proyecto de
Revitalización de la Pastoral de la Juventud, en la búsqueda del bien querer,
en la construcción de relaciones más fraternas, en la valorización del cuerpo y
de la comunidad vital. Estos movimientos son pistas para el grupo/persona joven colocarse en el camino de conversión a la realidad juvenil,
a la opción por los empobrecidos y a la valorización de la comunidad local.
_Reconocer el lugar bíblico-teológico: Betania,
en la comunidad de Marcos (el más antiguo de los Evangelio), a partir de los
lugares, de las personas, de las palabras y de la estructura de los textos.
Percibir: Jerusalén en oposición a Betania.
_Reflexionar sobre la vida en grupo, el
seguimiento de Jesús en la comunidad y en la vida juvenil, buscando en Betania
las referencias de amistad y de compañerismo.
_Reflexionar sobre Betania, como lugar de una
Iglesia (Comunidad de Comunidades) que hace opción por los pobres.
_Reflexionar sobre los conflictos en el
Seguimiento de Jesús, que surgen en Betania, por causa de las opciones asumidas
por el grupo de Jesús. Abrir los sepulcros para generar vida.
_Proponer pistas hermenéuticas, para leer el
lugar bíblico-teológico de Betania, como lugar de una liturgia al servicio de
la vida.
_Proponer pistas hermenéuticas para leer el
lugar bíblico-teológico de Betania, como lugar de vivencia del Ecumenismo y el
diálogo inter-religioso.
_Proponer pistas hermenéuticas para leer el
lugar bíblico-teológico de Betania, desde una hermenéutica feminista, de lucha
y organización de las mujeres.
_Proponer pista hermenéuticas para leer el
lugar bíblico-teológico de Betania, como lugar de vivir la belleza de la
juventud, la diversidad y el respeto.
_Proponer pista hermenéuticas para leer el
lugar bíblico-teológico de Betania, como lugar para asumir la lucha contra el
extermino de la juventud negra.
_Reconocer a América Latina como tierra de
resistencia y de utopía, rescatando los textos y las convergencias de lucha de
la juventud para garantizar los derechos. Buscar en Betania referencias para la
organización popular de la juventud en América Latina y las estrategias de la
lucha popular.
Para
esta tarea, de conversar sobre Betania desde nuestros cuerpos
personales-comunitarios en la búsqueda del Bien Querer, invitamos amigos(as)
para sentarse a la mesa y sentir el perfume que da fuerza en la misión y en el
discipulado. Proponemos para ustedes, saborear cada texto, con los ojos atentos
del discípulo y con el corazón palpitante del misionero para, como proponía el
III Congreso Latinoamericano de Jóvenes, “Caminar con Jesús para dar vida a los
Jóvenes”.
Autores:
João Paulo Pucinelli,
Joven Biblista de la coordinación del Centro de
Estudios Bíblicos/CEBI Goiás y del
Centro Oeste; Educador en Derechos Humanos y Colaborador del Centro de
Formación, Asesoria e Investigación en Juventud.
Autor de 7 Vivenciales en la Mística de Belén y Nazaret y co-autor de la
colección Caminos: Juventud y Economía Solidaria – Oficinas de formación.
Carmem Lúcia Teixeira
Investigadora en juventud del grupo Condición
Juvenil en Goiás, asesora de la Sección Juventud – CELAM (2008-2012), autora de
libros como La Juventud quiere Vivir entre otros.
Colaboradora del Centro de Formación, Asesoría
e Investigación en Juventud.
Traducción:
Katiuska Serafín Nieves sjt
Colaboradora del CAJUEIRO - Centro de Formação, Assessoria e Pesquisa em Juventude
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